Dos en la ciudad

Federico y Marcela son hermanos. Su edad no importa porque conforme vaya avanzando en el relato, podrán caer en la cuenta de que son niños. Federico, el mayor, sufre siempre de agitaciones nocturnas cuando intenta dormir en la cama que comparte con su hermana. Mientras que Marcela, padece de severas lagunas mentales que la llevan a veces a ningún lado, y a veces a todos. Más que nada, ellos dos son juntos y están niños. Mientras ella ve las convulsiones de las cuales su hermano es víctima, sufre y quiere estar en su lugar. Pero cuando Marcela se olvida de algunas cosas y a veces, cómo llegó a esa calle sin transeúntes, Federico ríe de lo tonta que es y mueve su pestaña con un desdén casi desaprovador, escondiendo su ligera costumbre nerviosa. Cuando salen juntos, Federico muere de sueño, y Marcela olvida que lo vió sufrir horas antes. Pero al fin y al cabo, salen y son en la calle. Y como todos, intentan apurarse para vivir.

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