¿La música indie está de moda?
Cuando en un post anterior, ayudado de algunos recursos recogidos de internet, traté de explicar lo que es la música indie, pasó por mi mente la idea del indie explicado como un fenómeno, ya, de masas. Ahora, por ejemplo, se habla de la moda indie (es decir, de una "ideología percibida" a través de los diversos matices que ofrece el indie a nivel musical, sobre todo; y que reparte, a manera de delivery, los subproductos de su creación musical), una mecánica muy conocida que otorga todo género musical, se quiera o no. La verdad es que la música indie, en sí, es una verdad algo relativa para escribir de ella como un sistema realizado. La vaga definición que se desdobla a través de la frase "hazlo como tú mismo" (pero hazlo bien -y sin presiones-), propia de la parafernalia indie, considera casi inviable formalizar una base, llámese musical e ideológica, como la tienen el rock o el jazz (habría de ver si esto resulta por el simple hecho de que el indie es un género casi recién nacido, y necesita de la supervivencia para ser respetada). No obstante, y para ponderar lo antes mencionado, la música indie reafirma su vigencia y otorga ventajas irrepochables a través de su concepto revelador. Antepone una especie de protestantismo musical, tratando de resquebrajar la, no generalizada, industria musical tradicional, que últimamente, suele aburrir. El indie ofrece, aunque en níveles musicales no se pueda definir, "música (y gente) diferente al resto". El problema se da cuando lo diferente es malo y se coge como muy bueno. Entonces es cuando la música empieza a bifurcarse y adquiere sentido crítico.
Guardado en: Zeta y Otros Postres
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