Dedicatoria

que se estrellen los aviones
no los cinturones de seguridad
ni esas cosas con que uno inhala

que se estrellen
las ondas cortas y los parpadeos del piloto
y del copiloto

que se estrellen
en fila
las comidas el pescado el pollo el ginger ale

el jugo de tomate

las marcas de tomate en tu cuello

y las de labios en el mío

que se estrellen
vamos
esas revististas que no alegran
sino todo lo contrario:
esparcen

pero nunca tú.

nunca te estrelles.

Escrito por: Alberto Villar Campos
Guardado en: Poe-camaleónicas

Comentarios

Anónimo dijo…
quien es este pata? no lo conozco...

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