Currículum Vitae

Digamos que ganaste la carrera
y que el premio
era otra carrera.
Que no bebiste el vino de la victoria,
sino tu propia sal.
Que jamás escuchaste vítores,
sino ladridos de perros.
Y que tu sombra,
tu propia sombra,
fue tu única
y desleal competidora.


Blanca Varela

Guardado en: Poe-camaleónicas

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